Buenos días fervientes admiradores!! Sí, sí, he vuelto y nunca mejor que en esta época de exámenes... Puntualizo, el día antes del primer examen, cuando el cerebro de todo estudiante está más cansado y llega a su punto óptimo de desvarío. Seguro que os preguntáis, ¿qué haces dedicándonos tu valioso tiempo en vez de estudiar para mañana? Ay, insensatos!! Con la cantidad de cosas que se pueden hacer el día antes de un examen, como describir el movimiento caótico de las partículas de polvo atravesando un haz de luz con ecuaciones inventadas que ni tú te crees, como para ponerse a hacer algo tan anodino y tedioso como repasar... Rapasar... Bah! Estoy por encima de eso!! O eso escribo mientras mi subconsciente me susurra: "ya lo veremos cuando lleguen las notas, majetona".
Veréis, con esta parrafada preliminar quería introduciros el tema de la disertación de hoy. Como reza el título: "Época de exámenes, es el equivalente a Época de Pecados Capitales". Esta curiosa frase llegó a mis oídos gracias a un amigo mío, el año pasado. Pero como suele ocurrir con esta vida que, como decía un profesor mío con tendencias preocupantemente naturistas, es muy dura, muy dura, muy dura y no he llegado a desarrollar del todo su contenido hasta estas últimas semanas.
Por lo general, en este período de tiempo se acumulan grandes cantidades de estrés, aumentan las especies reactivas de oxígeno y blablabla. El caso es que a poco que te molesten sacan al monstruo cruel que todos llevamos dentro, es decir, la IRA. Además requieres más atención, más horas de estudio, más tiempo para dormir, más chocolate... Todo te parece poco porque tienes hiperdesarrollada tu AVARICIA.
Pero reconozcámoslo, cuando te levantas te da una tremenda PEREZA ponerte a chapar, y cualquier excusa es buena hacer caso a esa vocecita que dice que vas sobrado y que no lo necesitas más. Ay, qué incordio es la SOBERBIA.
Aunque claro, como vayas a mirar las notas y el petard@ de clase que "no estudió más que los dos temas que cayeron en el examen", haya tenido más nota que tú por pura chorra, notarás como el gusanito de la ENVIDIA te corroe por dentro. Y no es el único gusano que crece en tu interior. Notas como las ganas de comer tonterías aumentan, abres un bolsón de patatas fritas y no eres capaz de parar hasta que lo acabes. No tengas un libro de lectura a mano, medianamente interesante, porque la GULA no te dejará hacer otra cosa hasta que no lo hayas leído de principio a fin.
Y dicho esto, llegamos al pecado que más sonrisas picaronas despierta. Sin duda, ese enclaustramiento estudiantil, sin contacto humano, reprimiendo todo tipo de deseos, no puede sino desembocar en el más básico de los instintos, el más animal de todos, la LUJURIA. La libido puede alcanzar niveles que agudizan tu capacidad de detectar chic@s guapos en la biblioteca con precisiones astronómicas!! Te pones más mimosón, más tierno, unas cosas llevan a otras y... Fijaos lo que les ocurrió a los protagonistas del famoso vídeo de dos "estudiantes" en el baño de una biblioteca de Valencia.
En definitiva queridos lectores, en esta época somos más vulnerables que nunca al mal. Pero tranquilos, que para protegernos, Marianito va a destinar a la Iglesia unos 159 millones de € para que recen por nuestras almas pecadoras*. No se puede hacer recortes en lo que a nuestra vida en el más allá se refiere.
Hasta la próxima, diablillos!!! ;)
(*): http://www.meneame.net/story/iglesia-catolica-libra-recortes-rajoy-recibira-incluso-mas-este
